
De gracia recibisteis, dad de gracia
Mateo 10:5-8
Cuando planeemos dar, debemos recordar que Dios no necesita nada de nosotros, pero sí desea y espera nuestra generosidad para bendecirnos incluso más.
Todo lo que Dios quiere es que nos entreguemos a Él y hagamos buen uso de lo que ha puesto en nuestras manos.
Todos lo hemos recibido de la mano de gracia de Dios. (1 Corintios 4:7) “Porque ¿quién te distingue? ¿o qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿por qué te glorías como si no lo hubieras recibido?”
Predicador: Eduardo Sanz.