
Mi vida, una ofrenda para Dios.
Romanos 12:1-2
Decimos con ligereza “le he entregado mi vida al Señor”. Que eso sea una realidad, que seamos una ofrenda total para Él, de forma voluntaria, viva, santa y agradable para Él, renovada constantemente. AMÉN
Predicador: Antonio Camacho